Fue el ingeniero Hipólito
Mejía quien afirmó en unmomento
de la campaña electoral que “Miguel Vargas no está en mi Line Up”. <br>
Quienes conocemos el béisbol
como pasión de nuestras vidas, entendemos perfectamente lo que dijo y quiso
decir el señor Hipólito Mejía, que Miguelito no jugaría en el juego de las
elecciones del 20-5-12, recién transcurridas.
Sacarlo del “line up” no es
sacarlo del equipo. Solo lo sacó para el juego que estaba en desarrollo. Ya se
había dicho que con Miguel nada se quería porque él sólo era el 10% del elector
perredeísta, pero cuando Hipólitolo declaró “fuera de juego”, no dijo en ningún momento que lo “iba a vender”
o que “lo dejaría libre” y lo convertiría en “wiver”.
Como buen fanático del
béisbol, Hipólito sabe que hay jugadoresclaves que tienen una cláusula que dice: “no cambio”, sin la
autorización expresa del jugador.
Por esoni siquiera planteó la cuestión de
“sacarlo del equipo”, aunque sí proclamó que no estaría en su alineación del
20-5-12.
Cuando en contra de sus
pronósticos Hipólito pierde el juego de su vida que consideraba
ganado de antemano”, se vuelve contra el jugador que él sacó del “Line Up” y lo
hace culpable de la derrota sufrida por su equipo aún cuando no lo tomó enconsideración ni siquiera como
emergente de último minuto.
Toda la fanaticada más
próxima a Hipólito se levantó como “un solo hombre” para denunciar al pelotero
a quien atribuyen la culpa de la derrota pese a que lo sacaron de juego.
Y eso no es justo, no
importa si se tratara de Miguel Vargas Maldonado o de cualquier otro. Es que
estaba fuera de “alineación” como proclamó el jefe del equipo del momento.
Desde luego, en el equipo de
Hipólito, nadie culpó a Hipólito por la derrota sufrida a manos de Danilo
Medina y del PLD. Eso no podía ser porque todo estaba arreglado.
Tan arreglado que Hipólito
ha ido a la Organización de Estados Americanos (OEA) a denunciar que le
hicieron trampa y ni siquiera respetó que ese organismo envió al país un equipo
de 71 observadores presididos por el expresidente Uruguayo Tabaré Vázquez,
grupo que dictaminó que el ejercicio electoral del país el 20-5-12 fue “exquisito”
y ajustado a las normas democráticas.
Aún así Hipólito sigue “braveando”,
afirmando que le robaron las elecciones y que no descarta que se lance ese “enorme
partido” a las calles a reclamar el respeto a su triunfo.
Ha llegado tan lejos el
insólito Hipólito que ni siquiera ha querido cumplir el protocolo de reconocer
el triunfo de su oponente ni lo ha felicitado.
Dista mucho esa actitud de
lo que hizo Danilo en el 2000, cuando de buen agrado lo felicito y lo
reconoció, aún cuando no había obtenido el 50% más de los votos escrutados. El
Guapo de Gurabo sólo contabilizó el 98.6% de los votos por lo que si Danilo
hubiese querido, habría habido una segunda vuelta.
Yo estuve en aquel momento
muy de acuerdo con la actitud de Danilo y repruebo ahora la zancadilla que
pretende Hipólito y sus acólitos contra Danilo y contra Miguel ya que fue él
mismo que lo sacó del “line Up”.
La coherencia es una de las
grandes facultades del político y pese a un resbalón suele resarcirlo en
mejores condiciones en otros tiempos. Yo creo que es lo que ha debido hacer
Hipólito no solo par él, que por su edad pudiera creer aquello de “caballo
viejo”, pero hay muchas historias dramáticas que desmiente ese aserto.
Pudiera anticiparle a mi
querido Hipólito, a quien siempre recibí con afecto en mi despacho de LA
NOTICIA durante el gobierno de don Antonio, que no se deje llevar de la inmediatez
de la derrota. Que respete a Miguel Vargas Maldonado porque talvez no le salga
ahora igual como ocurrió con Esquea en el 2000 o con Hatuey en el 2004.
El sabrá qué hará, y no se
llevará de “cabeza ajena”, pero pudiera ocurrir como decía mi abuela: “Sobre su
cabeza dará el golpe”.
Si Miguel no estaba en el “line
up” no se le puede culpar de la derrota del equipo. Amén.
(Debo pedir excusas a mis
lectores por los errores aparecidos en mi artículo del domingo pasado, son los
“duendecillos” que suelen hacer sus travesuras. Gracias.).