El doctor Olivo
Rodríguez Huertas, experto en derecho constitucional, descartó que en el país
pueda instaurarse una Dictadura Constitucional, como plantean sectores del
opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD), por la concentración de poder
del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en el Congreso y en
las denominadas Altas Cortes.
Expresó que
en la sociedad dominicana no existen condiciones para que se establezca una
figura como la referida debido a que la población no lo permitiría y porque,
además, dentro del mismo partido gobernante, hay influyentes dirigentes con una
alta vocación democrática.
Dijo que en
pasados gobiernos,con otros partidos al
frente de la administración del Estado, ha habido concentración de los poderes
legislativos y judicial, cuando aún no existían las Altas Cortes, y la
población siempre generó sus propios mecanismos de rechazo de esa concentración,
siempre que no se haya usado a favor de la colectividad, a través del voto en
los procesos electorales.
“En los 12
años de Balaguer hubo concentración de poder; en el gobierno del PRD con Jorge
Blanco en un tramo de los 80’s, hubo concentración de poder; cuando Balaguer
retornó en 1986, también concentró poder; y lo mismo ocurrió con el gobierno del PRD en
el 2000-2004, pero se ha dado en cada caso de manera transitoria, porque si hay
algo para lo que el pueblo dominicano ha demostrado tener gran vocación, es en
luchar por su libertad…
Yo no le temo a eso de que en el país se pueda
instaurar una dictadura constitucional”, expresó el doctor Rodríguez Huertas al
participar como entrevistado en el programa Encuentro Extra con Cristhian
Jiménez que se trasmite cada domingo de 7 a 8 de la mañana por el canal 9 de
Color Visión y de 7 a 8 de la noche por el 45 de Tele-Radio América.
Expresó que
el PLD tiene un gran reto ante sí, en el entendido de que no abusando de la
concentración de poder que ostenta para usarlo en provecho exclusivo de un
grupo político, lo que sí pudiera tener ribetes de Dictadura Constitucional, sino
dándole un uso justo, equitativo, con el desarrollo de políticas sociales orientadas
a favorecer a la mayoría de la población.