SANTO DOMINGO.-El abogado del ingeniero Hipólito Mejía, doctor Julio
Cury, declaró que las sentencias dictadas por el Tribunal Superior Electoral
(TSE) en torno al litigio por el control del PRD, ponen de relieve que sus
miembros “acusan una lastimosa incapacidad jurídica. <br>
Imagínense que demoraron
dos horas para redactar un fallo de media página que a un estudiante de Derecho
le hubiese tomado 5 minutos”.
Cury entiende que
a excepción del magistrado Hernández Peguero, los demás miembros del TSE no han
demostrado tener competencia para desempeñar las funciones que ostentan.
“Reconozco el
afán superador de Mariano Rodríguez, mi profesor de gramática en el colegio
Loyola, graduado en la
Universidad de la Tercera Edad, pero lo cierto es que en su vida ha
sudado una toga. Marino Mendoza jura que el Código de Procedimiento Criminal
está vigente, y es más probable que John Guilliani crea que los hermanos
Mazeaud estén vivos”, sostuvo el reconocido jurista.
Manifestó que al
fallar sobre aspectos litigiosos que las partes no habían controvertido, el TSE
rebasó el “límite de extensión del proceso y decidió extra petita”.
También dijo que
al suspender las sanciones disciplinarias que pesan sobre el ingeniero Miguel
Vargas sin permitirles a las partes que fueron encausadas irregularmente que
ejercieran su derecho de defensa, “el TSE vulneró la tutela judicial efectiva,
las garantías del debido proceso y se endosó deportivamente una atribución que la Ley Orgánica le
niega”.
Insistió en que
lo sucedido el pasado viernes fue una masacre constitucional, y si de algo
sirvió fue para que el país les viera el refajo a “esos jueces que obraron como
marionetas del oficialismo”. Se mostró de acuerdo con que el PRD promueva en la Cámara de Diputados un
juicio político contra los integrantes de esa alta corte.
“No es posible
que un órgano jurisdiccional esté en manos de graduados de la carrera de
Derecho que nunca se han consagrado al ejercicio ni a la judicatura, algunos de
los cuales hasta piensan con faltas ortográficas, y que no tengan ningún
prestigio que arriesgar con sus ensayos infamantes”, puntualizó Cury.