
SANTO DOMINGO.- Ante la orfandad de argumentos para hacer una
campaña decente y propositiva, los estrategas del candidato oficial han
tratado de proyectar como una ofensa, digna de un necesario desagravio, que el
ingeniero Hipólito Mejía hiciera mención del origen africano del presidente
Barack Obama y lo señalara como un ejemplo de que los dominicanos residentes
en Estados Unidos también podrían alcanzar esa proeza.
Obama nunca ha negado su condición de afroamericano y lo ha
reivindicado con mucho orgullo, ya que aunque nació en Honolulu, Hawai, es
hijo de Barak Obaba, un economista nacido en Kenia, Africa. Ese vínculo de
sangre y de raza, le otorga a Obama el mismo derecho de asumir su
procedencia africana que ejercen los ciudadanos latinos nacidos en Estados
Unidos. Es decir, el orgullo de ser latinos o hispanoamericanos.
“Si Obama que vino de Africa y nació por allá (en
Honolulu) es presidente, por qué no puede llegar uno de ustedes…”,
habría expresado Hipólito Mejía en su característico estilo coloquial y
desenfadado durante un encuentro con seguidores del PRD en Estados Unidos.
Los peledeídas pretenden convertir en una ofensa de tipo racial
el hecho de que el candidato del PRD haya referido el origen africano de Obama,
como si fuera un agravio decir que Alex Rodríguez y Felix Sánchez , ambos
nacidos en Estados Unidos, “vinieron” de la República Dominicana
o de América Latina.
Es probable que sin advertirlo, los promotores de esta
campañita sucia, le estén haciendo más daño que bien a la causa que pretenden
representar. Después de todo, la República Dominicana
es un crisol de razas donde cada grupo étnico reivindica con orgullo sus
raíces. (13 de abril, 2012)