<p style="font-weight: bold;">DOHA,
5 abr (IPS/Al Jazeera) – El principal grupo rebelde tuareg, que había
tomado el control de las tres áreas más grandes del norte de Malí,
declaró el cese del fuego, según anunció un portavoz este jueves 5.
La decisión se conoció un día después de que
el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
llamó a poner fin a la violencia en esta nación del occidente africano.
El cese del fuego sobreviene mientras los militares que gobiernan Malí
han postergado una reunión nacional sobre el futuro político de este
atribulado país luego del golpe de Estado del 21 de marzo.
Moussa Ag Assarid, un portavoz del Movimiento Nacional para la
Liberación de Azawad (MNLA), dijo este jueves 5 desde París que la
organización cesaba las operaciones militares porque había cumplido su
objetivo.
"Desde anteayer, cuando nuestras unidades llegaron a Douentza, que
consideramos la frontera (de la región Azawad), la ofensiva militar se
declara terminada", dijo Assarid.
Los rebeldes, que combatieron junto con grupos armados aliados a la red
extremista Al Qaeda, alcanzaron la semana pasada el norte de Malí,
expulsando a las fuerzas del gobierno de Kidal, Gao y Timbuktú, las tres
regiones que según el MNLA formarán el nuevo estado de Azawad.
Los insurgentes lograron una victoria cuando un grupo de soldados
desconformes iniciaron un motín y, en apenas horas, forzaron a huir al
presidente Amadou Toumani Touré, poniendo fin a dos décadas de
democracia en Malí.
Los soldados argumentaron que lo hicieron debido al mal manejo de Touré hizo del levantamiento tuareg en el norte.
Una relación incómoda
El Consejo de Seguridad de la ONU reclamó el miércoles 4 un inmediato
cese del fuego, pero no propuso ninguna acción firme para revertir una
secuencia que, en apenas dos semanas, vio sumirse en el caos a un país
elogiado como un éxito democrático.
Mientras el MNLA lucha por una patria tuareg, Ansar Dine, la fuerza
islamista con la que opera, dijo querer imponer la shariá (ley islámica)
en el norte de Malí.
Analistas sostienen que estos grupos laxamente aliados tienen una
relación incómoda, alentando especulaciones sobre futuros
enfrentamientos entre ambos.
El comunicado del MNLA pidió a la comunidad internacional proteger
Azawad, pero naciones africanas y organismos multilaterales rechazan por
unanimidad la idea de que el norte de Malí se escinda del resto.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, reclamó este
jueves una solución política para afrontar la rebelión en el norte.
"No habrá una solución militar con los tuaregs. Es necesario que haya
una solución política", dijo Juppé a los periodistas, instando a los
países de la región a trabajar juntos.
* Publicado mediante un acuerdo con Al Jazeera.