Islamabad, 9 ene (PL) El teniente general Ahmed Shuja Pasha, jefe de los Servicios de Inter-Inteligencia de Pakistán (ISI) se reunió en secreto en Dubái con el expresidente Pervez Musharraf y le aconsejó no regresar al país.
"El general Pasha se reunió con él (Musharraf) en Dubai y le dijo que no regresara a Pakistán porque la situación no era propicia", refirió aquí el diario Dawn remitiéndose a una fuente que pidió el anonimato.
Según el propio referente, después de la reunión con el jefe de ISI, el ex gobernante convocó a una reunión de su partido, la Liga Musulmana de Todo Pakistán (APML), para reexaminar su decisión.
Hace cinco días el portavoz de Musharraf dijo que éste, a solicitud de los dirigentes de la APML, había decidido posponer su regreso debido a "acontecimientos políticos emergentes".
El 9 de enero, a través de una videoconferencia transmitida desde Dubai y presenciada por unos ocho mil seguidores en Karachi, Musharraf prometió regresar a fines de mes pese a las amenazas de arresto que penden sobre él, con vistas a hacer campaña para las elecciones del 2013.
"Hay gente que está intentando asustarme, pero ignoran que no soy de los que se asustan. He peleado guerras y el peligro no me asusta", señaló entonces.
Ese mismo día, el ministro del Interior, Rehman Malik, prometió ante el Senado que "si desembarca (Musharraf) en Pakistán, será detenido porque es un PO" (proclaimed ofender, delincuente declarado).
En cuanto a Pasha, en Islamabad circulan insistentes rumores sobre la intención de las autoridades de no confirmarlo al frente del ISI -su mandato expira en marzo-, en medio de las fricciones entre el gobierno y el Ejército.
Musharraf comparte su autoexilio entre Gran Bretaña y los Emiratos Árabes Unidos desde que renunció al cargo en agosto del 2008 por temor a un juicio político por el Parlamento.
Ayer lunes, el Senado aprobó una resolución en la que se decidió su detención si en definitiva regresaba al país.
Musharraf ejercía la presidencia cuando el asesinato de la ex primera ministra Benazir Bhutto el 27 de diciembre del 2007 en un atentado suicida con bomba poco después de participar en un mitin electoral en la norteña ciudad de Rawalpindi.
El año pasado la Agencia Federal de Investigaciones FIA detuvo por negligencia en el desempeño de sus funciones respecto a la seguridad de Bhutto, al superintendente y al jefe de la policía de Rawalpindi en ese entonces, de quienes se dice actuaban bajo las órdenes de Musharraf.
Otro de los cargos que pesan sobre él es la detención de varios jueces cuando impuso el estado de emergencia en el 2007.
El tercero tiene que ver con el homicidio de Akbar Bugti, un líder nacionalista de la suroccidental provincia de Baluchistán.msl/asg