París, 14 dic (PL) La agencia francesa de seguridad sanitaria dispuso un
control sobre todos los fabricantes de implantes mamarios tras la
muerte de una mujer al parecer por la colocación de prótesis
defectuosas.
Durante las últimas semanas, inspectores de la agencia visitan los
sitios de producción, tanto en Francia como en el extranjero, y realizan
pruebas del contenido del material empleado y la resistencia de los
envoltorios, informó hoy el sitio digital France Info.
El objetivo de la verificación es evitar casos como el de la firma Poly
Implant Prothÿse (PIP), cerrada en 2010 tras comprobarse que utilizaba
para la elaboración de los implantes un gel de silicona para uso
industrial en lugar del sanitario.
Aunque sus productos fueron retirados del mercado, se estima que en la
actualidad hay entre 30 mil y 40 mil mujeres con esas prótesis, cuya
ruptura es dos veces superior a la normal.
El caso volvió a la palestra pública hace dos semanas cuando una fémina
murió debido a un cáncer linfático contraído al parecer por el contacto
con esa sustancia.
Otras cuatro mujeres enfermaron de cáncer después de la implantación de esas prótesis.
Representantes de una asociación de portadoras de PIP se reúnen hoy con
el ministro de Salud, Xavier Bertrand, para plantear los hechos y
demandar soluciones adecuadas.
Hasta ahora sólo unos mil 400 de estos implantes han sido retirados en distintos hospitales.
El Estado francés está financiando las intervenciones para extraer las
prótesis, pero no los gastos de las operaciones necesarias para la
reconstrucción estética de las afectadas.
La fábrica fue considerada en su momento como la tercera más grande del
mundo y sus dispositivos se vendieron en varios países, entre ellos el
Reino Unido y España donde hay muchas féminas cuya salud corre un grave
riesgo.
rc/car
