<p style="font-weight: bold;">Washington, 8 dic (PL) Newton Gingrich se perfila hoy como la mayor
opción del Partido Republicano a la candidatura por la presidencia de
Estados Unidos, tras liderar las encuestas en tres de los cuatro estados
que abrirán las elecciones primarias de 2012.
Iowa, Carolina del Sur y Florida son los territorios donde los votantes
favorecen al expresidente de la Cámara de Representantes, quien tiene
una considerable ventaja sobre Mitt Romney, exgobernador de
Massachussets y segundo en popularidad, según estudios.
Los sondeos recientes efectuados por la cadena CNN y ORC Internacional
indicaron que solo en Iowa, estado que abrirá el proceso de sufragios el
venidero 3 de enero, Gingrich acumula 33 por ciento de simpatizantes, a
diferencia del 20 por ciento de Romney.
En Carolina del Sur, que realizará las primarias el 21 de enero, la
ventaja es superior, pues el favorito cuenta con 43 por ciento de
aceptación, 23 por ciento por encima de su contendiente.
Por otra parte, en Florida, con votaciones el 31 de enero, el margen es
mayor, con 48 por ciento para el exdirectivo de la Cámara Baja y 25 por
ciento para el exgobernador.
Nueva Hampshire, con sufragios el 10 de enero, es el único estado donde
Romney va por delante de Gingrich, 35 a 26 por ciento, de acuerdo con
las pesquisas realizadas entre el pasado 29 de noviembre y la víspera.
El resto de los aspirantes republicanos a la Casa Blanca han obtenido
niveles de respaldo bajos, por lo cual muchos ya no son considerados
rivales en las primarias, aunque algunos analistas estiman que el
panorama aún podría cambiar, pues hay un número considerable de votantes
indecisos.
No obstante, los nuevos datos consolidan a Gingrich como el elegido para
enfrentar al presidente Barack Obama, quien optará por un segundo
mandato en los comicios del próximo 6 de noviembre.
Los seguidores del expresidente de la Cámara de Representantes
aumentaron luego de un escándalo tras acusaciones por acoso sexual
contra el empresario Herman Cain, que lo obligó a abandonar la liza.
A partir de ahora, Gingrich deberá mantener o incrementar la popularidad y elevar los fondos en respaldo a su campaña política.
Mientras, Obama buscará convencer nuevamente a los electores de que
constituye la opción preferible para la clase trabajadora estadounidense
y mejorar un poco su imagen, ensombrecida por promesas incumplidas en
estos años de gestión, en temas sensibles como la inmigración.
La carrera rumbo a la Oficina Oval se llevará a cabo en todo el país
norteño en medio de un ambiente de protestas de indignados, quienes
crearon movimientos en las principales ciudades para demandar al
gobierno políticas financieras a favor del 99 por ciento de la
población, afectado por la crisis económica.
rc/sc
