La mexicana Salma Hayeck reconoce que se siente culpable porque desde que dio a luz en septiembre, ha tenido que dedicar menos tiempo a los trabajos humanitarios en los que está inmersa, a su trabajo como actriz y a ver a sus amigos. Todo ello debido a la dedicación por cuidar a su hija Valentina.
"Ya no tengo tiempo para nada más, y sé que mis amigos están pagando por que yo intente compatibilizar todo", reconocía a la revista estadounidense Showbiz Spy, y añadía que su vida social se está viendo bastante afectada.
Salma Hayeck ha demostrado ser una persona muy caritativa, y contaba que sigue implicada en los asuntos benéficos en los que colabora, pero que su familia es ahora mismo lo primero: "Sigo envuelta en todo ello, pero ahora tengo una familia y es importante para mí, aunque sé que podría hacer más a veces".