Puede que Lady Gaga potencie una imagen de diva del pop frívola, pero esta semana ha demostrado que también puede mostrar su sensibilidad. El abuelo de la cantante está enfermo y ella decidió dedicarle el primer concierto en Reino Unido de su gira Monster Ball, un detalle con el que intentaba darle ánimos para que se recuperara.
Así, Lady Gaga le dedicó el tema Brown Eyes y entre lágrimas pidió a la audiencia que la acompañara. "Si todos cantamos lo suficientemente alto, quizá podamos conseguir que nos oiga", demandó la cantante al público, según informa Showbiz Spy.
Tras ese emocionante momento, la cantante de Paparazzi continúo con su show, al que recientemente ella misma ha calificado de "ostentoso y fuera de lo normal", mostrando su intención de ofrecer a sus seguidores un espectáculo que nunca olvidarán.
"Sólo para que te hagas una idea, el escenario (de su gira actual) es cuatro veces el tamaño del primero, y conceptualmente es totalmente diferente. Algo que se ha perdido en los últimos diez o quince años en la música pop es la idea de espectáculo.