Si dependiera de Jennifer Aniston, el presupuesto de posproducción de las películas en las que participa sería mucho mayor. O por lo menos suficiente para retocar por ordenador todos aquellos defectos físicos que la hacen sufrir, y que pretende ocultar en la gran pantalla.
La actriz de Friends pidió que le hicieran algunos arreglillos pues creía que sus piernas tenían "aspecto basto, sobre todo en las escenas de día" de su próxima película The Switch, pero el dinero no les llegó y el resultado no es del agrado de Jennifer.
"Quería que se las retocaran más, pero el estudio ya había gastado su presupuesto de posproducción; así que le plantearon que pagara ella la factura de las mejoras", han afirmado fuentes de la revista US Weekly.