La vigésima colección de la diseñadora de modas Iris Guaba está cargada de blanco. La moda práctica y complementaria se refleja en la elección de los enterizos como la prenda predilecta.
Guaba asegura que en las 25 piezas de "Luz y Color" no sólo buscó la transformación de la luz en color, también fue tras la búsqueda de un ser humano más alegre y amante a la vida. "Es la transformación del color, es el símbolo de renacer y esperanza y que las cosas irán para mejor. Es luz, algo intimista, lo que la mujer anda en búsqueda", comentó.
La ligereza resalta en las piezas. Estas buscan el aire, sin pretensiones, pues la mujer que propone Guaba en esta entrega se integra a la naturaleza repleta de flores. Está ataviada de fibras naturales -una característica que distingue a la modista-, lino, seda y algodón. Hay piezas en organiza, algodones satinados, charmusse y georgette.
A diferencia de sus colecciones pasadas, en esta predomina la intención de que sea la mujer que lleve una de sus piezas la que se destaque, "el vestido es un complemento". Es por esto que el enterizo se convierte en amo y señor de esta búsqueda de luz.
Rayo de luz
La colección nace a la luz de color del arcoiris. Para el trópico, se dijo la diseñadora, lo mejor son ropas esenciales, útiles y prácticas.
"Luz y Color" está inspirada en la transformación de la luz en un arcoiris de colores y al final el tesoro es un ideal de esperanza, de realización de sueños de perseguir ideales y lograr lo buscado combinando el blanco de la luz con los colores. De esta manera logra una colección sencilla y elegante, que le permite a una mujer moderna vestirse y sentirse dueña de sí.
El conjunto de piezas no deja de tener las fantasías que antecedieron el trabajo creativo de la creadora, siendo en los cortes donde queda al desnudo. Las texturas complementan estas ilusiones, pero se insiste en ese tinte de color de esperanzas.
Guaba disfrutó a plenitud la elaboración de estos atuendos. Primero porque lo consideró como un reto, desde hace 20 años busca superarlos. Segundo por la ruptura de esta colección con sus antecesoras.
Pero, la musa no fue ni color ni texturas ni formas. Pensó en el arcoiris y la leyenda de antaño que reza: "Donde termina hay un tesoro". La diseñadora quiere que cada mujer que vista con su sello encuentre la fortuna en su interior, esa belleza que debe descubrirse a solas.
Pensó en arcoiris y su fortuna para poder distribuirla entre las familias necesitadas de las comunidades rurales de Puerto Plata, donde realiza una gestión encomiable a través de la Fundación Iris Guaba.
De esta manera, la reina de las mariposas ata -una vez más- el glamour con la buena obra, la elegancia con las esperanzas… Con luces de colores, que sólo son capaces de encontrarse con el arcoiris de nuestro trópico.
"Con la Fundación se une mi personalidad y estilo de vida, a través de esta me acerco a los niños que lo necesitan, siendo luz en medio de la oscuridad".
Las actividades en Los Hidalgos, Puerto Plata, se basan en operativos médicos, entrega de útiles escolares y juguetes. Con los fondos recaudados se desea instalar un consultorio dental en esta comunidad.
Se hizo luz
Iris Guaba nació en Valverde Mao, y cuando le tocó decidirse por una carrera, creyó que en la contabilidad estaba su vocación. Pero no fue así, pronto descubrió su pasión por el diseño de modas, y no dudo en cambiar los números por esta creativa profesión e ingresó a la Escuela de Diseño de Giannina Azar, y obtuvo el premio a la Mejor diseñadora de su promoción.
Ha presentado sus colecciones con gran éxito durante más de 20 años y ha vestido a personalidades a los más altos niveles en el país. Por dos años consecutivos presentó sus diseños a las primeras damas de Latinoamérica y el Caribe, en dos importantes eventos.
Sus años de experiencia le han permitido imponer un estilo que la identifica, con el que ha podido conjugar lo clásico y lo moderno con la elegancia propia de la mujer moderna.
