El administrador general de Banreservas, Daniel Toribio, destacó que el libro es un preciso estudio histórico de la deuda externa dominicana, desde los primeros años de la República hasta su reliquidación en un solo pago de US$9.4 millones, formulado por el gobierno de Rafael Leonidas Trujillo.
La obra reaparece después de 56 años de ser publicada, en 1953, en plena era trujillista, ahora con prólogo del economista e historiador Bernardo Vega, quien analiza el contexto en que se publica el libro y advierte al lector que su contenido va más allá del acuerdo Hartmont y Trujillo.
Al hablar en la presentación del libro en la Torre Banreservas, Toribio explicó que "el autor relata en doce concisos capítulos las diversas estaciones del vía crucis financiero de la República, en los que el tratamiento dispensado a la deuda por el gobierno de Trujillo ocupa los dos últimos".
Agregó que "un elemento adicional de gran valor historiográfico de la obra es que incluye en la segunda parte los documentos relativos a la deuda dominicana desde el 1867, cuando se contrata el empréstito Erlanger".
El libro describe que entre 1930 y 1940 el gobierno dominicano debió enfrentar una virtual cesación de pagos del país en un clima de crisis financiera internacional y emprender la negociación de un nuevo contrato que sustituyera los efectos onerosos de las fatídicas convenciones de 1905 y 1907, ratificados en la convención de 1924, "dejando al país como un estado soberano muy menoscabado", sostuvo Toribio.
Explicó que en la convención de 1924 Estados Unidos mantuvo el control de las aduanas dominicanas, a través de un funcionario, quien actuaba como receptor de los ingresos fiscales, que en su mayoría se destinaban al pago de la deuda externa, entregando "al gobierno dominicano un pequeño remanente para cubrir las necesidades administrativas y de inversión".
En 1940 Trujillo, en condición de embajador extraordinario en Misión Especial, firmó, en Washington, con Cordell Hull un tratado, conocido en la historia como "Tratado Trujillo-Hull".
Toribio precisó que mediante ese acuerdo los gobiernos dominicano y estadounidense designaron un banco en República Dominicana como único depositario de rentas y fondos públicos de cualquier naturaleza del gobierno dominicano, lo cual dio origen al Banco de Reservase, en 1924.
Agregó que este convenio puso a disposición del gobierno dominicano la administración de las recaudaciones de aduanas, y definió los términos del cumplimiento de los compromisos del país relacionados con el pago de la deuda y los detalles de su cancelación.
Carrera y obras del autor
César A. Herrera nació en Baní, en 1910 y estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Santo Domingo. Posteriormente se dedicó al periodismo, actividad en la que llegó a ser director de El Caribe y editorialista del Listín Diario, a la par que realizó investigaciones históricas.
También fue funcionario del Estado y ocupó diversos cargos, entre estos síndico de Baní, cónsul general en Sevilla, España; y director de la Oficina de Prensa de la Presidencia de la República hasta Director de la Biblioteca Nacional.
Entre los libros e investigaciones de Herrera destacan, además: "La Batalla de Las Carreras. Sus antecedentes históricos y consecuencias trascendentales"; "Las Finanzas de la República Dominicana"; "Poesía de Salomé Ureña en su función social y patriótica"; y "La reinstalación de la Universidad Santo Tomás de Aquino".