Más importante aún es estar contenta de lo que se es íntimamente. Saber, por ejemplo, que nunca se hace un mal conscientemente, le facilitará el poder vivir tranquila. ¡Y hay que ver la diferencia entre el que duerme naturalmente y el que lo hace a fuerza de pastillas!
Belleza es también una sana actividad intelectual. Es realizarse y alcanzar su máximo potencial humano. No existe una mujer linda que no tenga una actitud positiva ante la vida. Puede haber una mujer físicamente perfecta, pero, si su vida interior es deficiente, si sus sentimientos son negativos, todo eso saldrá a la superficie en su mirada, sus movimientos y su lenguaje, y el análisis final la declarará poco atractiva.
Todos conocemos a una mujer que parece llevar el sol dentro de sí. Cuando llega, todo parece iluminarse y los que hasta un momento antes tenían un aspecto preocupado, sonríen automáticamente, porque ha llegado quien va a darles un momento positivo.
Los científicos dicen que usted es tan joven como sus glándulas, como su colon, como sus arterias, como sus tejidos, como su circulación. En otras palabras, usted es tan joven como su estado físico, tan joven como se ve, como se siente, como piensa, como sus esperanzas, creencias y acciones.
Las personas optimistas, que no es lo mismo que ser simplemente ambiciosas, tienen una energía que las embellece, porque vivir en actividad mejora la circulación, el producto de belleza número 1). Son personas con ideas propias, que producen cosas lindas.
Sea realista en cuanto a lo que puede exigir en términos de belleza. Las arrugas superficiales no deben torturarlas. Todo el mundo adquiere líneas al reírse. Las patas de gallo son una garantía de que usted es humana, casi una tarjeta de presentación. Es cuando los músculos diminutos, alrededor de la nariz y de la boca, se relajan; cuando las mejillas descienden, que la expresión cambia y se pierde entonces el aspecto juvenil.
Evítelo haciendo ejercicios faciales isométricos, que llevan todos los músculos hacia arriba y hacia atrás. Dé masaje a su cuero cabelludo para fortalecer esos músculos. Trate de mover las orejas, no importa que no lo consiga. Trate (y de paso, relájese, porque mientras intenta esas cosas tan difíciles no podrá pensar en otra cosa).
Rechace la tristeza. Si la vida le asesta un golpe, enfréntese a é. Llore si éste es muy grande, pero acuda lo más pronto posible a su sentido común. Medite en el hecho ineludible de la continuidad de la vida. Destierre la mala experiencia, extrayendo de ella lo positivo (y en todo hay algo positivo), sonría y siga hacia delante.
Cultive la felicidad. La gente feliz y buena no envejece tan pronto, porque sus rostros están más relajados que los de la gente amargada, vengativa, tensa o triste. Una mente sana es el mejor antídoto contra la vejez.
Compruebe todo esto que le estamos diciendo si recuerda en todas las mujeres enamoradas que ha conocido en su vida, éstas que se delatan en una mirada. ¿No eran preciosas? Posiblemente no, pero lo parecían, porque nada embellece tanto como el amor.
Pero no sólo embellece el amor que nace entre un hombre y una mujer, aunque éste es el símbolo de ese sentimiento universal, sino el amor que se manifiesta por muchos otros seres; éste que nos lleva a dar de nosotros mismos, a reprimirnos por no dar una pena, a sacrificarnos, si es necesario, por un amigo al cual queremos, a no dormir si un niño tose, a decir una mentira piadosa si con eso damos felicidad. Y todo eso re refleja en el rostro.
