El perfume es una mezcla de aceites esenciales aromáticos, alcohol y un fijador, para proporcionar un agradable y duradero aroma a diferentes objetos pero, principalmente al cuerpo humano. Hay perfumes de distintas fragancias y aromas, algunos capaces de combatir el estrés, crear un aura de elegancia y de llenarnos de energía y alegría.
Si bien la vestimenta, el peinado y los accesorios son elementos que determinan la imagen de una persona, el perfume es la clave para definir su estado de ánimo.
A continuación algunos tips para sacar mejor provecho a tus perfumes:
- Nunca juzgues una fragancia por la forma en que huele cuando se la ha aplicado otra persona; siempre pruébala sobre tu piel antes de comprarla.
- Guarda en el refrigerador aquellos perfumes que sólo usas en ocasiones especiales, para que se conserven más tiempo y su esencia se mantenga concentrada.
- Recuerda que las fragancias se evaporan con más rapidez en las pieles secas.
- Cuando se termine un frasco de perfume no lo botes; guárdalo sin tapa dentro de tu clóset o de tu gavetero, para que la ropa se impregne de su aroma.
- Aplícate siempre la fragancia antes de vestirte.
- Viaja siempre con muestras pequeñas de tus perfumes favoritos, no con frascos grandes.
- No te apliques el perfume solamente detrás de las orejas, sino también en las muñecas, el cuello, el interior de los codos, la parte posterior de las rodillas y los tobillos.
- Aplica el toque de perfume sobre la piel que ha sido humectada.
- No olvide que durante la época de calor los perfumes huelen más que de costumbre.
- Nunca coloques los perfumes bajo la luz directa del sol ni en un área calurosa.
- No te pongas perfume mientras estás en la playa, pues esto aumenta la fotosensibilidad de tu piel.
- Prueba los perfumes antes de las comidas, cuando tu olfato está más libres de otros olores.