El artista dominicano cumple 20 años de imitaciones y lo celebra inaugurando un night club de su propiedad, La Scala Desde que uno entra a la oficina de Julio Sabala, en el exclusivo sector de Brickell Bay, nota que el llamado ''imitador inimitable'' ha recorrido un largo camino en los 20 años que está celebrando en el arte, tras haberse sumado adolescente e inexperto a un circo español que visitó su país natal, República Dominicana.
Para comenzar, una amplia e impresionante reproducción del Guernica de Picasso domina la sala de reuniones, la que él preside desde la cabecera con una computadora con múltiples programas a su alcance y varias libretas de notas repartidas sobre la larga mesa de cubierta de fino cristal oscuro.
Sabala, que inició su carrera en España y actualmente está radicado en Miami, se encuentra en medio de un agitado programa de actividades preparando la celebración de sus dos décadas de vida artística y la inauguración de la sala de fiestas La Scala, situada en el primer piso del mismo edificio, el Four Ambassadors, la que administrará su empresa y en la que no sólo actuará él regularmente, sino que también será sede de otros eventos.
''Hemos remozado y modernizado totalmente La Scala'', contó en entrevista con El Nuevo Herald, vestido con el esmoquin que se puso para la larga y variada sesión de fotos para el periódico. "El viernes 15 de diciembre [hoy] la inauguraremos oficialmente con invitados especiales y un show en el que podrán ver a nuevos personajes como Don Omar, Tego Calderón y Daddy Yankee junto a otros infaltables, como Julio Iglesias y Michael Jackson''.
Sabala, que trabaja estrechamente con su representante, el peruano Héctor Gordillo, en todos los detalles del centro nocturno y de su espectáculo, explicó que decidió tomar la administración de La Scala para suplir la ausencia de night clubs de categoría como el Tropigala del hotel Fontainebleu Hilton, Los Violines de Biscayne Avenue y el Copacabana de la Calle Ocho, donde regularmente actuaban las estrellas de renombre internacional que venían a Miami.
''Pero no sólo tendremos los más famosos artistas hispanoamericanos de todos los tiempos, sino que nuestros precios no serán nada de onerosos y estarán al alcance del bolsillo medio, lo que no se encuentra con facilidad en la noche miamense'', agregó, apartándose de la comicidad que lo caracteriza y que uno espera al dialogar con él.
''El parqueo, que en la playa cuesta hasta $40, también se ofrecerá por una suma modesta, para que nuestro público vuelva una y otra vez a la sala. Tenemos un convenio con los dos bancos que hay aquí al frente y que tienen varios pisos para coches'', detalló.
También traerá de vuelta la tradición que estableció en el Tropigala, donde durante varios años fue figura obligada en los espectáculos de Año Nuevo y donde se quedaba luego por largas temporadas, batiendo varios récords.
''Para el Año Nuevo, los miamenses podrán venir a cenar, ver mi espectáculo y bailar toda la noche con la orquesta estable de La Scala'', agregó con el entusiasmo de un colegial. 'Y para que todo resulte cómodo para el cliente, las entradas se podrán adquirir en el sitio de la internet www.lascalademiami.com o en mi sitio, www.juliosabala.com, o `a la antigua', en la boletería del salón''.
El amplio centro nocturno con capacidad para unas 800 personas cuenta con una vista espectacular a la bahía de Biscayne, donde reposa un yate perteneciente al centro nocturno, en el cual se pueden realizar fiestas privadas hasta para 50 invitados, explicó Sabala, que invitó a los visitantes a ver personalmente las lujosas y cómodas instalaciones.
Al preguntársele sobre sus comienzos, Sabala dice que supo que su futuro estaba en las imitaciones "cuando imitaba a la perfección la firma a mi padre cuando me enviaban reprimendas del colegio''.
Tras un comienzo más o menos simple en sus imitaciones artísticas, Sabala fue perfeccionándose poco a poco en el uso de las últimas tecnologías de luz, sonido e imagen, al punto de llegar a imitar a una amplia galería de personajes al mismo tiempo mediante el uso de inmensas pantallas de vídeo y efectos especiales.
Los artistas más inolvidables de las a veces sarcásticas y descarnadas actuaciones de Sabala en estos 20 años han sido Julio y Enrique Iglesias (a los que imitó juntos una temporada), Celia Cruz, Roberto Carlos, José Luis Rodríguez, Emmanuel, Luciano Pavarotti, Ray Charles y Bob Marley, entre otros.