LICEY AL MEDIO (Santiago).- El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales visitó ayer tres de las granjas que mayor contaminación provocan a los ríos y arroyos de este municipio, recordando que, si sus propietarios no resuelven el problema, se aplicarán las medidas necesarias. El doctor Max Puig, acompañado de técnicos de esa cartera y de la secretaría de Agricultura, observaron los correctivos que se toman en las granjas propiedad de Lindo Arias, Ignacio Taveras, Orlando Céspedes y Miguelina Alba.
Mientras estaba en la propiedad de la familia Alba, doctor Puig recordó que las 200 granjas que funcionan aquí están fuera del sistema de evaluaciones ambientales y que esa entidad busca que ingresen a las mismas y que, si tal cosa no se logra “entonces haremos cronogramas para aplicar las medidas que sean necesarias”.
Calificó como “una situación especial” la que se vive en este municipio, en vista de que residen 30 mil personas y 200 mil cerdos “y no podemos sacar a la gente, pero tampoco podemos eliminar esa producción porcina, que representa el 30 por ciento de todo el país”.
“Debemos procurar que las industrias porcina y avícola se manejen de acuerdo a los estándares debidos, de forma que se pueda producir sin afectar el medio ambiente, lo que es el propósito de la secretaría bajo mi responsabilidad”, subrayó Puig.
Recordó que la contaminación que producen las granjas de cerdos y pollos aquí no es nueva pero sí recurrente, que preocupa a los productores, a los residentes, a las autoridades municipales y gubernamentales, especialmente a las que tienen que velar por la implementación de las regulaciones.
El titular de la secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales estimó que parte de la solución del problema es la construcción de un sistema de alcantarillado sanitario en el municipio, que estaría bajo la responsabilidad de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago, con cuyo director general, el ingeniero Hamlet Otañez, se entrevistó horas antes de visitar ayer esta población.
Sin embargo, Puig dijo que, en caso de realizar esa obra, en la que habría que invertir alrededor de 600 millones de pesos, previamente los productores de cerdos y pollos deben garantizar normas de tratamiento de sus desechos para que, cuando las aguas fluyan, contaminen lo menos posible los recursos fluviales.
Puig recordó que hace algunas semanas planteó una política de cierre que, en principio afectaría las granjas Uveral (de la familia Alba) y la empresa de Lindo Arias, pero que en realidad no es ese su deseo, sino que esos negocios se adecúen y corrijan sus problemas.
El secretario de Medio ambiente y Recursos Naturales explicó que constantemente recibe los informes sobre las medidas que se vienen tomando, para paliar la contaminación pero que, aún así, quiso venir para observar personalmente lo que se está haciendo, además de mantener contactos con los propietarios de esas empresas.
De su lado, Miguelina Alba, alta ejecutiva de la empresa Uveral, agradeció al doctor Puig el trato que le ha dispensado “pues esa secretaría no desea que paremos la producción, sino que produzcamos con el mayor nivel de calidad, respetando el medio ambiente”.
Citó que en su granja hay permanentemente técnicos de las secretarías de Medio Ambiente y de Agricultura “pero no para cerrar ni maltratar, sino para hacer estudios que nos dirán qué tipo de mecanismos tenemos que implementar por la cantidad de agua que producimos y los animales que tenemos”.
El doctor Puig estuvo acompañado de la subsecretaria de gestión ambiental, Zoila González; Domingo Olivo Regla, coordinador ambiental, zona Norte y Miguel Espinosa, encargado del departamento de control de auditorias.
