Miami. FL.-Cuánta docenas de proyectos, cuántos cientos de promesas y cuántos miles de millones hemos enviado al país, cuántos miles de millones hemos aportado a todos, dije a todos los candidatos, luego convertidos en Presidentes que se burlan de nosotros de la manera más natural; Solares que jamás nos entregan, apartamentos que jamás aparecen, proyectos que jamás se concluyen y hasta nos roban adelantos que hacemos a proyectos fantasmas. Nombran a compadres, cuñados, amigos de infancia en los consulados y embajadas; pero los dirigentes de sus partidos que se conformen con ser auxiliares y vice-cónsules por 4 años, con sueldos miserables que jamás pagan los desvelos, las inversiones, préstamos y las hipotecas hechas para apoyar al candidato. De verdad que somos idiotas, no puede decirse otra cosa de los que hacemos vida política en el exterior soñando con conseguir la casita de nuestros sueños en el campito o barrio de nuestra infancia.
Algunos por viejos, buscamos un retiro que nos permita escapar de esta “trampa” en que caímos con gusto para criar nuestros hijos, darle una educación decente, pero a costa de abandonar nuestros lares, nuestros amigos y familiares, nuestras amadas rutinas sociales, en fin nuestras vidas. Eso jamás nos hizo conformarnos con este “exilio voluntario” a que nos sometieron varias generaciones de gobernantes títeres y/o corruptos manipulados de rapaces oligarcas y “empresarios” extranjeros y nacionales depredadores de la riqueza nacional.
Una y otra vez exigimos que nos permitan votar en nuestras elecciones nacionales, pero lo hacen a medias, no invierten en la logística para que realmente no podamos registrarnos, debemos mendigar la aplicación real de la ley; es necesario iniciar una campaña para que podamos sacar la cedula en el exterior; pero pasa el tiempo y entre papeles y falta de recursos pasan los años y esperaran hasta tres meses antes del proceso electoral y volveremos a votar 20 o 30 mil del millón y medio que deambulamos por estas ciudades de Dios que nos han acogido en busca de trabajo, agua, luz, salud y educación para nuestras familias.
Pero las remesas aumentan, ahora debemos mandar el doble de los aportes que enviábamos antes; pero allá dicen que estamos “progresando”; seguimos manteniendo nuestras familias porque la mitad de la población no encuentra trabajo y la otra mitad no gana con que cubrir los altos alquileres, los precios de los alimentos, las medicinas, en fin “es palante que vamos” y hojala no sea para el precipicio.
Ahora estamos solicitando que nos pongan un juez en la JCE para que el bendito exterior, ese que envía miles de millones de dollares al país, ese que se desprende una y dos veces al año para pasar sus vacaciones en el país y visitar a sus familiares, gastando sus ahorros también en el país, súmenlo que son unos 500 millones mas; pero no nos reconocen el derecho a tener senadores y diputados; ahora queremos un Juez en la Junta, Félix Suriel se ha aventurado a luchar con esa jauría de candidatos que están utilizando todos los “argumentos” para convencer al congreso, ahora morado, pero que son de la misma clase política de los que se fueron, son influenciables y mediatizados por igual.
Suriel es un ciudadano de la Diáspora de Miami, pero que ya lo fue de Boston, es un campesino vegano que dio el salto (estudio y ha hecho camino al andar), al que veo afanar por ser el vehículo conector entre los partidos políticos dominicanos; afanar por crear la motivación para que los partidos busquen los dominicanos y se inscriban en la junta.
Félix Suriel es peledeista, para los perredeistas, pero es pepeachista para los morados y los reformistas dicen que es blanco y morados; pero a la hora de apoyarlo para que opte por un puesto en la Junta Central Electoral todos coincidimos de que es la persona ideal para estar ahí y defender los intereses del millón y medio de dominicano.
Pero en realidad, no se si la gran cantidad de aspirantes, con políticos peso pesado detrás forzando por ellos; los mediadores de la Iglesia, los empresarios y hasta los delincuentes tienen sus candidatos. Dios quiera que escojan a los mejores y entre ellos este el vegano que conquista el mundo desde Miami.