Desconocidos asesinan a tiros empresario y a un amigo mientras jugaban dominó

SANTIAGO.- Un empresario de esta ciudad y un amigo suyo fueron asesinados a tiros anoche, mientras jugaban dominó en la parte frontal de una empresa de su propiedad. Otras dos personas habrían resultado heridas. Las víctimas fueron identificadas como Enrique Serrata y Francisco Muñoz, quienes cayeron fulminados por los disparos que les hizo un joven, de piel oscura, que llegó al lugar en una motocicleta.
De acuerdo a la versión ofrecida a la prensa por Cirilo Serrata Espinal, pariente del empresario asesinado, el individuo se presentó al sitio donde se jugaba dominó y, con una pistola en su mano derecha, ordenó a todos los presentes que se acostaran en el piso.
Expresó Serrata Espinal que, cuando todos lo obedecieron, entonces procedió a dispararle a su primo Enrique y luego al amigo Francisco, muriendo los dos de inmediato.
Al empresario Serrata le hizo más de cinco disparos, alcanzándolo en el pecho, la garganta y la cabeza e igual suerte corrió la otra víctima. Algunos de los proyectiles que lograron atravesar sus cuerpos, fueron hallados en el piso a escasa distancia de los cuerpos.
Tanto los cuatro jugadores de la partida de dominó como algunos acompañantes, charlaban animadamente en el negocio de arrendamiento de vehículos pesados que tenía Serrata en la urbanización Miraflores. Residía a escasa distancia de ese lugar.
Junto con el empresario Serrata y Francisco Muñoz compartían la mesa de dominó José Agustín Espinal y Alfonso Checo, quienes se informó resultaron heridos.
Hace seis años, el empresario Serrata se vio involucrado en un negocio que supuestamente se hizo con el entonces administrador general de la Lotería Nacional, Aristipo Vidal, que involucró el presunto pago de varios millones de pesos, a cambio de dar a conocer previamente los premios de uno de los sorteos.
La implicación de Serrata consistió en que le hipotecó la casa a la persona que pagó el dinero al entonces administrador del Aeropuerto Internacional Cibao, de apellido Santelises quien, a su vez, se lo haría llegar a Vidal.
Tanto el propietario de la vivienda como Serrata fueron sometidos a la justicia, al igual que Santelises, quien nunca fue arrestado porque viajó previamente al extranjero, de donde regresó meses después.
Mientras que Serrata y su amigo pasaron varias semanas presos y fueron libertados bajo fianza.