Munich – Un gol de Adriano y otro de Fred dieron hoy a Brasil una victoria por 2-0 sobre Australia. De paso lograron la clasificación anticipada para los octavos de final, pero no alcanzó a despejar las dudas de la selección que hasta el comienzo del Mundial pintaba como súper favorita de todos al título.
El gol de Adriano, a los 49 minutos, devolvió el alivio de un equipo que hasta entonces se mostraba impotente para abrir el cerrojo de los oceánicos, reseña ña agencia EFE.
La jugada juntó por una sola vez a tres de los titulares del "cuadrado mágico". Un pase de Ronaldinho a Ronaldo, una finta de éste a tres adversarios y el giro a la derecha para dejar libre a Adriano puso fin al padecimiento de un equipo que llegó a Múnich prometiendo "jogo bonito" y terminó imponiéndose por la clase de sus individualidades.
El ingreso de Robinho, a los 72 minutos, fue fundamental para salvar la presentación brasileña, pues sin Ronaldo en la cancha, el joven de 22 años imprimió movilidad, picardía, puso a jugar a Adriano, gestó tres jugadas importantes de gol, la última de ellas, con un remate suyo que devolvió el larguero y capturó Fred.
La guinda llegó a los 89 minutos. Demasiado tiempo de expectación y dudas para un equipo que ofreció nuevamente fallos en defensa, con dos salidas en falso de Dida, falta de cobertura en los rebotes y una tarde fatal de Roberto Carlos, a quien Brett Emerton proporcionó un magistral paseo.
El primer gol y la entrada de Robinho a los 72 minutos inyectaron un nuevo brío a los brasileños y dejaron una vez más claro que Ronaldo tiene su puesto en el banco. A pesar del resultado, Australia ofreció un planteamiento redondo, de aplicación a la marca, rapidez en la salida y celoso control del balón. Los de Guus Hiddink pusieron contra las cuerdas a los brasileños pero pecaron por falta de puntería a la hora del remate.
En el primer tiempo Brasil se mostró como un equipo burocrático, lento, pesado y sin alma, como hace mucho tiempo no se veía. Además de la preocupante imprecisión en sus pases profundos, pues apenas dos lanzamientos suyos sirvieron para poner a correr a Kaká y Ronaldo, el mejor del mundo vivió una escena solo imaginable en un aficionado: cayó aparatosamente en el área al pisar el balón.
Ronaldo, lento como en el primer encuentro ante Croacia, mostró hoy al menos más ganas, pero hubo de ser espoleado por Carlos Alberto Parreira en un breve diálogo al margen de la cancha.
El delantero sirvió un buen pase a Kaká, cuyo remate de primera salió levemente desviado, fue neutralizado a tiempo por Craig Moore en una arrancada (m.29) y quedó atrapado en el cuerpo a cuerpo con Vince Grella antes de sacarle una luz de ventaja.
Australia, con un muro que por momentos plantaba tres en el fondo y cinco en la mitad, y en otros dos líneas de cuatro, intimidó con remates a distancia del capitán Mark Viduka, Jason Culina en dos ocasiones y Marco Bresciano, que ingresó a los 40 minutos por Tony Popovic, lesionado. Roberto Carlos padeció hoy los peores momentos en un partido con el baile que Emerton le dio una y otra vez al desbordarlo por las bandas, y como si fuera poco también rodó aparatosamente por el césped al pisar el esférico.
Revitalizado con el gol, Brasil se volcó sobre los predios de Schwarzer, pero dejó sin protección sus bandas y descuidó la cobertura en los rebotes. Mile Sterjovski y Emerton siguieron probando a distancia y Australia casi encuentra el empate en dos salidas en falso de Dida.
La paz llegó con el ingreso de Robinho y el gol postrero de Fred, que sólo tuvo que empujar a la red un remate de Cafú que repelió el poste.
