SANTO DOMINGO.-Para los supertisiosos, creyentes de cualquier diablura, este martes es el dia de la bestia, el 6 de junio del 2006, o el 666, como se le conoce. Para mucho es un día de espanto. He aquí un poco de su historia. Según el Apocalipsis, uno de los libros más simbólicos de la Biblia, el nombre de la bestia o el número del nombre del Anticristo -el Diablo- es seiscientos sesenta y seis, cifra que se cumple este martes al ser el sexto día del sexto mes del sexto año.
Debido a esta coincidencia son muchos los lugares del planeta donde se van a realizar distintas actividades de muy diversa índole. Mientras en Nueva York se prepara una manifestación apocalíptica de rechazo a la Bestia frente al edificio Thisman Boulding, que tiene en lo más alto un enorme 666, en Holanda la idea de casarse este 6/6/6 hizo furor: los turnos se agotaron desde principios de año en las oficinas del Registro Civil de Ultrecht, Nijmegen y Gronungen.
En Noruega las iglesias reforzarán su seguridad por miedo a que la comunidad satánica organice incendios rituales durante el día de mañana. Algo que ya ocurrió hace 14 años. La comunidad satánica noruega, vinculada a la extrema derecha y a la música “black metal”, prendió fuego a siete iglesias en 1992, entre las cuales se encontraban, la reliquia histórica de Fantoft, en Bergen y la capilla de Holmenkollen, en Oslo.
En cambio la Iglesia Rusa Ortodoxa (IRO) ha decidido minimizar los temores que puedan surgir el martes entre los creyentes por coincidir en el calendario tres veces la cifra seis, el "número de la bestia" o nombre del Anticristo, según el Apocalipsis de la Biblia.
"A diferencia de los paganos, que sienten miedo por los eclipses, los números y los signos, el cristiano solo debe temer a Dios", dijo Vsévolod Chaplin, portavoz de la IRO, a la agencia Interfax.
Artículos y entrevistas publicados en la prensa rusa relacionados con el tema han aumentado los recelos de la población, y en los servicios de socorro, hospitales y centros de asistencia social se han multiplicado las llamadas en busca de ayuda psicológica e información.
Son tantas y tan varias las historias que corren por los medios de comunicación, en especial por la red, que muchas mujeres embarazadas de los Estados Unidos e Inglaterra están tratando de adelantar o atrasar la fecha de nacimiento de sus bebés para que no nazcan en esta fecha.
Pero también ha habido quien ha sabido aprovechar tan señalada fecha para beneficio ya que los distribuidores del remake de 'La profecía', el clásico de terror diriguido por Richard Donner hace 30 años, han decidido adelantar su fecha de estreno para hacerla coincidir con el señalado número.
El número de la Bestia
La influencia del texto en el mito popular es innegable. Además de la película de Hollywood, personas como el ex presidente Ronald Reagan, el Parlamento Europeo y el estado de Nuevo México han evitado la secuencia de tres números.
¿Pero qué quiere decir el número?
El Apocalipsis se escribió a mediados del siglo II, en plena persecución de los cristianos por los romanos. Iba dirigido a siete iglesias en Asia Menor (o sea, Turquía y Siria) y definía las visiones de Juan de Patmos, que describen cómo Jesucristo le dio varias profecías que se cumplirían pronto: "Ésta es la revelación de Jesucristo, que Dios le dio para mostrar a sus siervos lo que sin demora tiene que suceder".
Después de numerosos simbolismos (entre ellos el de los cuatro jinetes), Juan describe cómo una bestia secundaria, respaldada por Satanás, impone su número.
"Logró que a todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente, de modo que nadie pudiera comprar ni vender, a menos que llevara la marca, que es el nombre de la bestia o el número de ese nombre. En esto consiste la sabiduría: el que tenga entendimiento, calcule el número de la bestia, pues es número de un ser humano: seiscientos sesenta y seis" (Apocalipsis, 13: 13-18).
La tradición cristiana cuenta que el autor de este libro es el mismo que el apostol Juan, porque aparte del nombre, tiene muchas referencias en común (llamar a Jesucristo el Cordero de Dios, por ejemplo). Aunque la Iglesia al principio aceptó el libro como parte de la Biblia, hubo en ese entonces autoridades que no estaban de acuerdo.
Una postura en contra
San Juan Crisostomo, por ejemplo, denunció que se incluyera porque era un texto muy confuso y se prestaría al abuso.
Por su parte, Martín Lutero, el primer teólogo protestante que rompió con la Iglesia de Roma, también tenía una mala opinión del texto, dando a entender que era anticristiano:
"Primero que nada, los apóstoles no tienen visiones, sino expresaban profecías en palabras claras y sencilas. Porque corresponde al oficio apostólico hablar claramente de Cristo y de sus deudas, sin imágenes o visiones.
"Además, no hay un solo profeta en el antiguo testamento, y mucho menos en el Nuevo, que utilice tan exclusivamente las visiones e imágenes…no puedo detectar por lo tanto que el Espirito Santo produjera este libro", escribió Lutero en el prólogo al Apocalipsis en su Biblia.
La postura de la Iglesia Católica es parecida, aunque no tan extrema. Sencillamente, asegura El Vaticano, el Apocalipsis no se puede tomar literalmente.
Eso no ha quitado que durante años las personas sintieran fascinación con toda su simbología mística, desde los cuatro jinetes pasando por el fin de los días, y acabando en el 666. Curiosamente, fue Hollywood, supuestamente una fábrica del mal, según varios predicadores, el que popularizó al 666 con la primera versión the The Omen.
