SANTIAGO.- A los residentes en esta ciudad se les está haciendo difícil enfrentar la cada vez más insoportable ola de calor, que afecta a gran parte de la geografía nacional. Todo esto porque los servicios de agua potable y energía eléctrica, tradicionales “aliados” de quienes buscan enfrentar con éxito las altas temperaturas, en esta localidad se brindan con deficiencias.
Desde hace alrededor de dos semanas, el suministro de agua, por parte de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago, acusa cierta deficiencia.
Los orígenes de esa irregularidad fueron la rotura de un tubo por donde se lleva el líquido a un importante segmento de la sociedad de Santiago, avería que fue resuelta tras varios días de intenso trabajo.
Cuando se suponía que el servicio de agua potable se normalizaría, sobrevino la cíclica realidad que, para estos meses, vive la CORAASAN, consistente en recibir en sus plantas de procesamiento el agua proveniente de las presas, llena de turbiedad, producto de los aguaceros.
En vista de que la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago no cuenta en sus plantas potabilizadoras con las facilidades técnicas que permitan mantener el procesamiento normal, cuando se suceden turbiedad en las aguas, la producción se reduce.
Cuando esa situación se presenta, regularmente la empresa acuífera prefiere sacrificar la cantidad de agua que normalmente sirve a los clientes, a fin de garantizar la potabilidad de la que es procesada.
En situación normal, salen de las plantas procesadoras de la CORAASAN alrededor de 34 millones de galones de agua cada día pero, en estos momentos y de acuerdo a datos ofrecidos por la periodista Lourdes Rosa, directora de relaciones públicas, esa empresa opera con un déficit de 20 millones de galones diarios.
No obstante, esa precaria situación podría comenzar a mejorar a partir de este jueves, si continúa reduciéndose la cantidad de sedimentos que arrastran consigo las aguas que van a las plantas potabilizadoras, lo que permitiría aumentar la oferta.
Como muchas de las plantas de la CORAASAN trabajan por bombeo, lo que significa que precisan de energía eléctrica, cuando en esos lugares es suspendido el servicio energético, estas dejan de funcionar, incrementando el déficit acuífero.
Sobre los “apagones”, cada día que pasa se tornan más ostensibles, sin que se tenga una información oficial de las causas que provocan dichas irregularidades.
Hay sectores donde la avería de transformadores los mantienen sin energía eléctrica por varios días, quejándose los afectados que los funcionarios de EDENORTE poca cosa hacen para resolver esas averías.