Maltratos y atropellos, es lo que los periodistas recordamos de “este monstruo”, llamado Pedro de Jesús Goico Guerrero (Pepe Goico), quien trataba a los comunicadores a empujones, ¿ y ahora…?
¿Le tocará a Pepe Goico, pagar el precio del ultraje y la desconsideración?.
Sin el menor interés de hacer leña del árbol caído, lo cierto es que será la justicia quien tendrá la oportunidad de juzgar al verdugo.
Lo cierto es que en la pasada administración, este señor de forma arbitraria y abusiva mandó a trancar a un sonidista del Palacio Nacional, supuestamente, porque entorpecía las labores del Presidente.
Recuerdo que a un camarógrafo de Telesistema, el horrendo militar le rompió una cámara durante un forcejeo, pero por suerte tuvieron que reparar los daños causados al equipo, propiedad del empresario Pepín Corripio.
Ahora como un corderito, Pepe apela a la benevolencia de los comunicadores; después de prodigar brutales vejámenes contra los reporteros, pero ahora se están viendo las caras en los tribunales.
En el pasado Gobierno Pepe Goico se portaba como un perro con rabia; su personalidad me hacía pensar en los rasgos del criminal nato que tipifica César Lombroso. Sin embargo, algunas personas lo definen como caritativo y bueno.
Por ironía de la vida, Pepe fue sacado a empujones de su casa, ya que se resistía a su apresamiento, por supuesta implicación en el caso Quirino.
¡Que Dios lo saque con bien!
