El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, le expresó a su par venezolano, Hugo Chávez, su "incomodidad con algunas interferencias" suyas en diversas negociaciones que se llevan acabo en América Latina, en particular, en relación a Bolivia. Según el canciller brasileño, Celso Amorim, "esa incomodidad fue expresada de forma inequívoca, al punto de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva llegó a decirle (a Chávez) que eso perjudicaba no sólo el gasoducto (propuesto desde Venezuela a Argentina, pasando por Brasil), sino a la propia integración sudamericana".
Así lo informó el martes Amorim a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de su país, que lo interrogó sobre las repercusiones en Brasil de la reciente nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia.
Chávez fue uno de los principales defensores de dicha medida, tomada por el gobierno de Evo Morales, y varios senadores brasileños criticaron su presencia la semana pasada en una cumbre convocada por Lula y su par argentino, Néstor Kirchner, en la ciudad argentina de Puerto Iguazú, donde se discutió las repercusiones de la decisión boliviana.
Amorim defendió la participación de Chávez, diciendo que "su presencia se justificó, sobre todo en función de una cuestión 'macro', que es la situación energética de América del Sur".
En ese sentido, el canciller consideró que el mandatario venezolano tuvo una actitud constructiva en lo que se refiere al proyecto del gasoducto, que llevaría gas venezolano hasta la ciudad brasileña de Manaus, y que estaría listo entre el 2017 y el 2019.
MERCOSUR
Haciendo referencia al ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur), Amorim dijo que "no es el Mercosur el que tiene que adaptarse a Venezuela, sino Venezuela que tiene que adaptarse al Mercosur".
"Si no, no llegamos a un acuerdo", recalcó. El canciller señaló, por otra parte, que no sabía si las palabras del presidente Lula "tuvieron efecto".
