WASHINGTON.- El Senado aprobó este martes en la noche una propuesta que abrevia la entrega de la ciudadanía a inmigrantes legales, mientras toma fuerza un proyecto que permitiría permanecer en Estados Unidos a los indocumentados con trabajo. En el marco de la deliberación migratoria, el Senado decidió en una votación de 84-6 suministrar 50 millones de dólares en cinco años para apoyar a policías locales en el combate al crimen en zonas ubicadas en una franja de casi 161 kilómetros de la frontera con México.
La Cámara de Representantes autorizó 100 millones de dólares en un año para autoridades locales ubicadas en áreas que disten 40 kilómetros de la frontera con México.
Durante el debate migratorio, el Senado aprobó por 91 votos a favor y uno en contra un proyecto del senador republicano Lamar Alexander que reduce de cinco a cuatro años el plazo para la obtención de la ciudadanía entre los inmigrantes legales que hablen inglés con facilidad.
Alrededor de 7,2 millones de residentes permanentes legales han vivido en Estados Unidos el tiempo suficiente para convertirse en estadounidenses, según la oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía del Departamento de Seguridad Interna.
La espera para lograr la ciudadanía de Estados Unidos es de cinco años, aunque se reduce a tres para los residentes permanentes legales que se casan con un o una estadounidense.
Alexander asegura que una espera más corta para la naturalización podría aumentar el número de los portadores del permiso migratorio llamado la "tarjeta verde" que tramitarían la ciudadanía estadounidense.
"Después de que aseguremos nuestras fronteras, después de que establezcamos un estatus legal para los extranjeros que trabajan aquí y estudian aquí, el tercer paso indispensable es ayudar a los prospectos de ciudadanos a convertirse en estadounidenses", dijo.
La iniciativa del senador republicano, denominada S1815, también aporta hasta 500 dólares en vales a los inmigrantes para que costeen cursos de inglés y donaciones a grupos que impartan clases de historia y civismo estadounidenses.
El dinero provendrá en parte de las tarifas recolectadas por las solicitudes de naturalización, de las tarjetas verdes y otros beneficios migratorios.
El presidente George W. Bush apoya las propuestas que comprenden un programa de trabajadores huéspedes porque éste "aliviará la presión en la frontera", dijo el secretario presidencial de prensa Scott McClellan.
El programa "permitirá que nuestros agentes de la Patrulla Fronteriza
se concentren en los delincuentes y los terroristas, los contrabandistas (de mercancías) y los traficantes (de personas) que tratan de ingresar a este país por razones equivocadas", aseguró.
Sobre la iniciativa que permitiría permanecer en el país a los indocumentados con trabajo, varios republicanos que estaban indecisos alcanzaron en la tarde del lunes un compromiso para reunir votos en favor de la medida.
Reunidos en la oficina del líder la mayoría, el republicano Bill Frist, los legisladores consideraron la posibilidad de permitir la permanencia legal y eventual búsqueda de la ciudadanía a los indocumentados con más de cinco años en el país o con contactos en Estados Unidos.
"Estamos observando el concepto raíces, y eso es si han estado aquí más de cinco años", dijo el senador republicano Arlen Specter al salir del encuentro.
El destino de los indocumentados con menos tiempo en el país era incierto, pero Specter, presidente del Comité Jurídico del Senado, sugirió que podría pedírseles que se trasladaran a puntos de ingreso, como la ciudad fronteriza de El Paso en Texas.
Una propuesta similar fue realizada en el comité de Specter para que indocumentados jóvenes, no casados y de estadía más reciente pudieran reingresar como trabajadores huéspedes autorizados.
Specter dijo que las propuestas en estudio — presentadas en su mayoría por el senador republicano Chuck Hagel — serían explicadas a otros republicanos en la mañana del martes.