SANTO DOMINGO.- El obispo emérito de Santo Domingo, monseñor Francisco José Arnaiz, atribuyó ayer el incremento de los niveles delictivos registrados en el país a la existencia de una Policía Nacional “ineficaz”, y a la ausencia de una distribución equitativa de la riqueza. “El que se haya incrementado la delincuencia y que siga a la carga hasta en horas laborables, muy agresiva y que llega hasta la muerte de gente para robarle alguna insignificancia, está hablando de la ineficacia del sistema policial”, dijo Arnáiz.
Como una solución a largo plazo de la violencia y las acciones de naturaleza delictiva, el religioso identificó la necesidad de erradicar la pobreza material y mental, como forma de vida de los dominicanos.
“El que puede ganarse la vida, se la gana normalmente y de modo honesto. Entonces, el que no tiene capacidad para ganársela mentalmente algo tiene que hacer, y se la gana con la delincuencia, con el robo”, reflexionó el religioso, entrevistado mientras visitaba Multimedios del Caribe.
Otra alternativa de solución a largo plazo, desde el punto de vista de Arnáiz, es la preocupación planificada y coordinada para cambiar los valores vigentes de las personas, dado su afán excesivo por conseguir el dinero que le permita disfrutar o acceder a las actividades placenteras.
Soluciones. Al referirse a las soluciones a corto plazo de la delincuencia, el obispo emérito vuelve a insistir en lo que considera una actuación ineficaz del cuerpo policial en su rol de preservar el orden público y garantizar la seguridad ciudadana.
“Yo me pregunto: qué tanto por ciento de nuestros policías tienen vocación de ser policías. Si no se han enrolado allí para matar el hambre, para comer mangú o arroz con un poco de salchichón”, expresa Arnáiz.
Propone que para que los agentes policiales hagan un digno papel como protectores de la seguridad ciudadana es menester que las autoridades dispongan de una buena remuneración por el trabajo que desempeñan.
Sugiere también que la Policía, para realizar una labor verdaderamente eficiente y acorde con los requerimientos sociales, tiene que ser debidamente equipada, entrenada y educada.
“Necesitamos una Policía a base de gente de vocación para ser policía. De prestar ese servicio y dar seguridad a la sociedad. Los que componemos la sociedad tenemos derecho a la seguridad en las calles, en la casa y donde nos movamos. Uno de los servicios básicos del gobierno es dar esa seguridad”, sostuvo.