Venezuela, vive momentos estelares. El presidente Chávez, ha lanzado una propuesta sobre el socialismo XXI en una discusión abierta. Su convicción sobre el modelo económico – social que debe sustituir al sistema capitalista dependiente que ha dominado nuestro país por muchos años, ha despertado, en gran parte del pueblo el sentido de la reflexión, pues vivimos en un mundo que, salvo que nos resistamos con mucha fuerza interior, nos empuja a no reflexionar sobre la razón de lo que hacemos. La propuesta no tiene otro propósito sino el de definir con la participación de todos y democráticamente, cuál es el mejor sistema a fin de elevar el bienestar de la población y alcanzar el mayor progreso del país.
El presidente ha dicho que no debemos copiar modelos ajenos a nuestra realidad, que inventamos o erramos, que nuestra idea de socialismo debe ser adaptada a nuestra época ya que contamos con experiencias positivas y negativas éxitos y errores, cuyas enseñanzas pueden servirnos para aprender y así lograr la erradicación de todo sistema de explotación de los hombres, mujeres y niños; la satisfacción plena de las necesidades espirituales y materiales de la sociedad colectiva e individualmente; la eliminación de toda discriminación y desigualdad raciales, económicas o sociales; la distribución justa de la riquezas y el disfrute de la justicia social para todos; el desarrollo armonioso de la economía sin desempleo, crisis, ni antagonismo; la superioridad de los valores morales como eje y guía de la sociedad; la defensa de la naturaleza y el medio ambiente; las relaciones de paz y amistad con los pueblos; el respeto a la autodeterminación de las naciones y al derecho internacional.
¡ Claro! Considero que nada de esto está a la vuelta de la esquina, sin duda, el enemigo principal será la ultra derecha imperialista, enemiga del socialismo. Pero lucharemos por un modelo socialista diferente al que conocemos adaptado a los valores morales: solidaridad, corresponsabilidad, humanismo, el respeto a los derechos humanos y sociales; la paz y el amor. Como también a las circunstancias y características de nuestro país. De manera que nuestra idea de socialismo sea única para ir en busca de niveles superiores de convivencia, de justicia, de igualdad, de equidad, de inclusión social, en una palabra de transformación.
Exterminando la viveza criolla, el ventajismo y el servidor indolente que va a un cargo público no para servir sino para servirse.
